Levantarme y ver un pos-it con un 'Buenos días princesa' recompensa todas las mañanas que me he levantado triste.

Me estás recompensando TODO.

-Deja de reir y ponte a llorar... Lo veo en tus ojos, no te escondas más.

Se ha ido. Sin decir nada, sin decir si volverá, sin decir donde se va. Yo veo en su cara el dolor, la pena, la carga que soporta... pero huir no es la solución. Y no la es porque deja atrás mucho más de lo que podrá encontrar más adelante. 

Yo tenía un plan. Hacer como siempre: callar. Morderme la lengua y no dejar que nada de lo que bullía en mi interior viera la luz, así nadie tiene ventaja, así nadie tiene la llave para abrirme desde dentro y destruirme... Pero no he podido; porque le miraba a los ojos y lo único que quería era decirle que lo sentía, que la culpa era toda mia, que era una cobarde y que me daba miedo sentir más de la cuenta...

A veces hacemos las cosas sin pensar, y solo cuando nos paramos a pensar nos damos cuenta de lo mal que lo estábamos haciendo. Ojala existiera un detector de errores y un borrador infalible para todas esas estupideces que hacemos para tapar lo que de verdad sentimos, o queremos sentir. Quizá son estos pequeños tropiezos los que te ciegan y hacen que te tropieces con piedras más grandes sin poder evitarlo.