8 de agosto de 2012

Cuando eres feliz la inspiración no te busca.


Las mejores historias jamás escritas salieron de mentes torturadas, de corazones rotos, de almas devastadas por la soledad, por la tragedia.... Los personajes más románticos nacieron de plumas que lo habían perdido todo, que sintieron al dolor traspasar su carne como si fuera un cuchillo. Frío. Afilado. Impasible. Decidido. Y eso es lo peor del dolor. Que no se para ante nada. Es como un fuego accidental, que salta y arrasa por donde pasa. Lo quema todo. Lo mata todo.
Los seres humanos nos consumimos. Cuando un amor se va nos entregamos al alcohol y castigamos al hígado. Cuando nos ponemos nerviosos nos encendemos un cigarro y castigamos los pulmones. Cuando aparece alguien con ganas de amarte te haces la sorda y castigas al corazón; y puede que con esos daños puedas vivir.... pero cuando vuelve aquel que una vez ya te dañó y le abres la puerta... entonces, te destrozas entera. Y no hay manera de recomponer tantos pedazos y quedar bien.





No hay comentarios:

Publicar un comentario