31 de octubre de 2015

Fuera empieza a llover, y los cristales se empañan de lágrimas frías. La ciudad se ha quedado a oscuras y yo me he quedado con las ganas de decirte muchas cosas. Como por ejemplo: que puedo vivir sin ti, que se estar sola, que me gusta, pero que no quiero. Después de haberte besado el pelo recién levantada, después de haber dormido la siesta en tu ombligo, después de haber llorado en tus rodillas... después de todo esto se que puedo vivir sin ti, que lo he hecho mucho tiempo, pero que no, que no quiero.

Y entonces te desvaneces, desapareces y me dejas la ciudad a oscuras para mi sola. ¿Y qué hago yo con tantas calles, con tantos bares y tantos parques? ¿Para qué quiero tanto mundo si no me lo puedo comer contigo?.

Voy a sufrir un empacho de realidad, el agujero negro de mi estómago va a tragarse hasta mi última estrella para que no me duelan... pero sin ti, de repente todo duele, y es más viejo, y más feo.

Vuelve. Aunque solo sea para despedirte, para cogerme la mano por última vez, un último viaje, yo conduzco. Yo te cuido. Pero vuelve. Aunque solo sea un rato, aunque solo sea para echarme la bronca, para llamarme cabezota, testaruda o lo primero que se te pase por la cabeza.

Ya no se cuántas navidades llevo pidiéndo este deseo, lo único que se es que lo pediré hasta que vuelvas y me dejes llamarte por última vez, porque créeme si te digo que la palabra "abuela" es la más bonita que me han enseñado a decir jamás. Y fuiste tú, así que vuelve; te juro que soportaré el adiós, pero por lo menos dimelo.

Un último: "me piro vampiro" y tu risa fuerte. Fuerte y preciosa. Vamos, todo lo que eras tu y lo que espero que sigas siendo allá donde estés. Porque estás. De eso no me cabe duda.


25 de octubre de 2015

__Nos vemos en el infierno__ dijiste, y te lanzaste a mi boca como un enfermo en busca de la cura, y solo encontraste locura. 

Y más enfermedad. 

Y más ganas de quedarte.

De arder.

Existe el infierno en la Tierra, y no busques la puerta, solo entrarás cuando estés listo para el desastre, para no volver, para ser uno con alguien más. Eso es el infierno. Ser con alguien más.

Perder. A este verbo le tenemos miedo todos; unos porque no están preparados para tenerlo todo y otros porque llevan perdiendo cosas sin llegar a tenerlas mucho tiempo.
Perder. Seis letras que descarnan, desolan y humillan. Seis letras que deberían no importar y que sin embargo nos condicionan más que las seis letras de MUERTE.

Yo he tenido que perderme muchas veces antes de encontrarme. Y ha sido doloroso, he pasado frío y he pasado hambre. Hambre de abrazos, de sonrisas, de "todo saldrá bien"... y al final, cuando creía que me ahogaría bajo la lluvia, cuando no era capaz de ver nada en mitad de la noche oscura, entonces y solo entonces, ha salido el sol, orgulloso.

Y el sol te cura. Cicatriza la carne, seca tus penas y le pone un toque de color a todo ese pasado que de repente un día se volvió gris.
Y vuelves a temer perder, pero una vez que bajas al infierno comprendes que para encontrarse hay que perderse, que para ser feliz hay que ser un poco triste y que para ser buena persona (y no una gilipollas más) hay que ser muy hija de puta con quien venga con la intención de cortarte las venas.

No seas de las personas que pierden, sé de las que mejoran, de las que aprenden, las que comprenden. Y quiere mucho, no tengas miedo, no te pongas límites que para eso ya está el cielo.


Ojalá perdiésemos algo todos los días, eso significaría que en algún momento logramos tener lo que queríamos; lo dificil es saber eso, que lo tienes.

22 de octubre de 2015

Lo mejor que puedo hacer por ti es ignorar los golpes que le das a la pared, los cuchillos que me lanzas, el dolor que me deseas.

Lo mejor que puedo hacer por ti es no guardarte rencor, porque se que lo único que esperas es que te quiera, y yo no tengo el poder para hacer que eso suceda.

Lo mejor que puedo hacer por ti es desaparecer, borrar hasta el último detalle; mi olor, mi risa, mi llanto...

Lo mejor que puedo hacer por ti es no buscarte. Y eso estoy haciendo, asi que por favor, hazte TU un último favor y deja de buscarme detrás de las ventanas. Vete a ser feliz, y no te conformes con desear serlo conmigo.

20 de octubre de 2015

No te imaginas la cantidad de años de vida que me estás regalando. La paz que me das, la calma que dejas en el oceano del miedo cada vez que posas tu mano en mi arena, o cuando atrapas olas mar adentro para que nunca mueran.

Hoy la inspiración ha llamado a la puerta y tu estabas ahí para recibirla, despeinado y con cara de sueño. La has invitado a pasar y te has sentado a observar como ella y yo nos fundíamos en una sola persona.
Me pregunto qué habrás sentido, pero en el fondo me da igual la respuesta, porque lo que hoy ha pasado es lo que quiero que pase el resto de mi vida.

No quiero que me digas las tipicas cosas porque no eres el típico hombre. Lo que quiero es hacer cosas que no haya logrado nadie... que me beses con los ojos, que me abraces con la boca, que me mires con el alma, que me respires por la piel.

Quiero que me quieras, pero no como lo harían todos, solo quiero que me quieras como lo haces tú.