Le miré a los ojos. Estaba llorando como un niño.

Entonces ocurre

¿Sería muy egoista por mi parte pedirle al Destino, al Universo o a quién se ocupe de arrejuntar corazones por un tiempo, que hiciera sohincidir el suyo con el mio?... Creo que podría funcionar, y no lo digo porque me haya vuelto loca de amor... si no porque esas cosas se saben. Notas esas cosquillas en la tripa, esa sonrisa idiota que se te queda dibujada cuando abres la puerta de casa. Esa sensación de querer gritar a los cuatro vientos que por fin alguien se ha atrevido a sacarte de tu letargo, que alguien te ha espabilado. Es como si la nieve que se ha ido amontonando después de los fríos meses de soledad que han quedado atrás se fuera fundiendo poco a poco a golpe de calor. 

Y de repente sale el sol, en pleno invierno.

Quiero que las cosas a su lado sean fáciles, que sucedan sin motivo y sin una fecha. Que de repente nos sorprendan las ganas de vernos y no podamos evitar dejarlo todo para darnos un último beso. No quiero vivir nada de lo que perdí. No quiero para siempres, quiero un 'que dure lo que tenga que durar', pero que sea algo cierto, algo que nunca se pueda llevar el viento, algo que no lo borren los años, algo que no desgaste la marea cada vez que suba y cada vez que baje. No quiero amor de ese que regalan en el Corte Inglés, quiero de ese que se siente en la piel, que te desgarra, que te quita las ganas de comer.. el amor masoquista de quien se enamora por primera vez...

-¿Por qué dejaste que se fuera sin decirle que ibas a echarle de menos?

-Porque si aún no se ha fijado en que me falta el aire cuando se va, que me fallan las piernas cada vez que me da el último beso, que se me apaga la sonrisa cuando me deja de mirar, que el brillo abandona mis ojos y se va detrás de él... Si aún no sabe esto... es que no se ha fijado en mi y no merece que le explique con palabras lo que mi corazón le grita cada vez que se cruza con su mirada.

Down

Como puedes ir diciendo que te he roto el corazón si nunca lo he tenido, si no me mostraste el lugar donde lo escondías ni dejaste que lo curara con alguna que otra sonrisa... Hiciste que me marchara en busca de otros brazos que no renunciaran tan pronto, que pelearan por tenerme a su lado sin importar el que dirán o el que vendrá.











Le dijo que renunciaba. Que no quería ser pesado. Eso la dejó triste, y a la vez desconcertada.
-Te empeñaste en hacer de algo fácil lo más difícil del mundo.
Él se dio la vuelta cuando la escuchó y se le erizó el corazón.
-De acuerdo, dame otra oportunidad... ¿puedes quererme?, ¿puedes llegar a ser mía?
-No. Dejaste de tenerme el día que te levantaste sin ganas de luchar por mi. 

Te prestaría todo

Me imagino que seguirá buscando lo que yo encontré con él. Solo espero que cuando lo estreche entre sus manos y lo sienta en el corazón nunca se le escape y no sienta el dolor de perder de vista a la razón de su vida.

Te juro que creí que nunca sería capaz de desearte lo mejor, pero ahora me siento preparada... Es más, si aún nos hablaramos, si tuvieras el valor, me encantaría ayudarte a encontrar esa pieza que aún te falta, esa persona a la que puedas querer todos los días de tu vida. Me encantaría que tuvieras un final feliz para siempre, y que me recordaras; no como lo que pudo ser y no fue, sino como la que a pesar de todo se levantó y quiso seguir de tu mano para que no te perdieras.




El horizonte se extendía a lo lejos. Era el sexto mensaje que le dejaba en su buzón de voz.
-Necesito verte...


Él nunca contestó. nunca supo que solo quería darle las gracias.

Y llega un día que se va

Ahora me alegro de no haberle dicho a la cara que sin él no podía vivir... Porque le habría metido. 

Seis meses después, y tras derramar indecentes cantidades de sueños ahogados en alcohol por los ojos, me acuesto leyendo las páginas en las que dejé escrito mi calvario y no lloro. Ya no se tambalea mi interior como lo hacía antes, como si un terremoto me azotara el pecho... Es cierto que aún se me escapa algún pensamiento fugaz, pero todos acaban estallando en la misma pregunta: ¿Como pude quererle tanto?

-Te echa de menos tanto como tú a él...
-No te confundas. Yo no le echaba de menos sin más. Yo le quería con cada gramo de mi cuerpo, con cada célula, con cada aliento...y Él solo supo quererme debajo de las sábanas y echarme de menos los viernes por la noche.

Smile.

Todavía mi yo del pasado se da paseos por la casa, intentando arrastrarme a las sombras de nuevo. Pero nada de eso ocurre porque en mi presente ya no entra mi pasado... Al cerrar la puerta se abrieron ventanas, y ahora me han abierto un ventanal... Y tiene unos ojos y una sonrisa preciosos.

-¿Recuerdas cuando me dijiste que si no era con él no sería con nadie?

-Sí..

-Te miro a los ojos y veo esa misma mirada.

Callar

Hay veces que tener secretos es inevitable y en numerosas ocasiones la mejor opción para que las cosas salgan bien, para no defraudar a nadie, para evitar que te juzguen, para no hacer daño... En tu mano está desnudarte para la otra persona, arriesgarte a darte conocer y que se vaya. Luego o puedes pedir una indemnización por daños y perjuicios porque solo tú has sido el causante de tu caída... 

Mañana... cuando salga el sol.

Hay veces que es mas doloroso ver como el corazón de alguien que camina a tu lado se resquebraja a sus pies que sentir el frío de un cuchillo atravesando tu propia piel. Notas como la impotencia te cala hasta los huesos y las ganas de llorar acuden a tus ojos, como si fuera suficiente derramar todo un mar de lágrimas para hacer desaparecer el dolor y la decepción...
Miras a esa persona a los ojos y los ves vacíos, como si alguien hubiera embargado toda la luz que solían contener, y de repente te ves tu reflejada, como meses atrás, con el animo destrozado y el alma vagando muriendo de pena. Desearías que esa sensación no la pudiera sentir nadie más porque es tan dolorosa....  Si cada vez que alguien le rompiera las ilusiones a alguien se apagara una estrella del infinito universo, no existirían noches más negras que las nuestras.

Cuando te empeñas en olvidar a alguien no te das cuenta de que lo único que haces es recordarlo. No te puedes imponer el olvido, es algo que viene de la mano del tiempo y que se vuelve doloroso si lo tomas por la fuerza. 

Por fín he dado el paso. El gran paso diría yo. 
He quitado sus fotos de la pared, de los marcos de fotos, de la agenda, de la cartera... he guardado todo lo que me recuerda a él en una caja y la he bajado al trastero. Si  derramar una sola lágrima. Porque ya era hora de cortar el grifo a los recuerdos del pasado. Creo que por fín he comprendido que si no dejo de tocarme la herida esta siempre va a sangrar.
Ahora toca demostrar la fortaleza que estos meses se ha hecho más grande. 

Si tienes valor reconoce tu deuda y adiós...

¡HAS DEJADO DE DOLER! 

¿Por qué no está?

Hacía más de tres meses que no veía amanecer. La última vez estaba descalza en la playa, y a mis pies estaban los pedazos de esa foto que destrocé... Por supuesto que la volví a juntar, con celo cutre además, pero sigue en la cartera. Es una dependencia a verle todos los días absurda, porque ya no queda nada. Ni bueno ni malo. No quiero retroceder en el tiempo, ti hacer como que nada hubiera pasado, ni empezar. No quiero nada que suponga arriesgar de nuevo, empezar de cero.
Sabía que iba a costarme mucho, que me iba a doler en el alma cada lágrima derramada por él.. y así ha sido. Ahora ya ni queda rabia, ni tristeza, simplemente hay un vacío. Un vacío sin más, como si hubieran decidido prescindir de todos los muebles de una habitación; como si hubieran arrancado el papel de las paredes y me dejaran completamente desnuda...
Le echo de menos, sí, pero tengo la fuerza que me ha levantado y me ha mantenido en pie estos meses de mi parte, asique un pequeño empujoncito más y nunca más me dolerá su nombre, ni el recuerdo de esas noches...