¿Sería muy egoista por mi parte pedirle al Destino, al Universo o a quién se ocupe de arrejuntar corazones por un tiempo, que hiciera sohincidir el suyo con el mio?... Creo que podría funcionar, y no lo digo porque me haya vuelto loca de amor... si no porque esas cosas se saben. Notas esas cosquillas en la tripa, esa sonrisa idiota que se te queda dibujada cuando abres la puerta de casa. Esa sensación de querer gritar a los cuatro vientos que por fin alguien se ha atrevido a sacarte de tu letargo, que alguien te ha espabilado. Es como si la nieve que se ha ido amontonando después de los fríos meses de soledad que han quedado atrás se fuera fundiendo poco a poco a golpe de calor.
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