21 de diciembre de 2011

Down

Como puedes ir diciendo que te he roto el corazón si nunca lo he tenido, si no me mostraste el lugar donde lo escondías ni dejaste que lo curara con alguna que otra sonrisa... Hiciste que me marchara en busca de otros brazos que no renunciaran tan pronto, que pelearan por tenerme a su lado sin importar el que dirán o el que vendrá.











Le dijo que renunciaba. Que no quería ser pesado. Eso la dejó triste, y a la vez desconcertada.
-Te empeñaste en hacer de algo fácil lo más difícil del mundo.
Él se dio la vuelta cuando la escuchó y se le erizó el corazón.
-De acuerdo, dame otra oportunidad... ¿puedes quererme?, ¿puedes llegar a ser mía?
-No. Dejaste de tenerme el día que te levantaste sin ganas de luchar por mi. 

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