4 de octubre de 2012

No dije para siempre pero, ¿quién dijo hasta nunca?




No puede entrar nadie si él no ha salido. No hay sitio. Y por aquí todo sigue revuelto con sus cosas. Estoy llena de sus movidas, de sus canciones preferidas, de sus risas, de cenas, de cañas, de prisas. De partidos perdidos, de noches ganadas, de sesiones de cine, de tardes de piques. Llena de mañanas de estudio, de viajes en coche... De piezas de puzzle, de fotos robadas, de noches de ron, de bailes pegados, de días solos. Esto está lleno de rosas con espinas, de alambres, de incendios. Quiero que se vaya y quiero retenerlo...



*Ya he llamado a la empresa de mudanzas, pero no me atrevo a abrirles la puerta.*

1 comentario:

  1. Acabo de descubrir tu(s) blog(s) y me gusta, escribes genial, cada frase derrocha un torrente de emociones inmenso, sabes transmitir a los demás exactamente lo que sientes. Parece, incluso, que en lugar de leerlo, lo estuviera escuchando directamente de tu pensamiento. Sigue así y ánimo, que al final el sol acabará saliendo.
    Saludos desde Zaragoza!

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