4 de octubre de 2011

Donde estés. Dos puntos, cierra paréntesis :)




Vuelvo a echarte de menos hasta la locura, hasta que los ojos dicen ¡basta!, no podemos llorar más. Es entonces cuando mirando tu foto pienso en lo que tú me dirías si estuvieses aquí. 
Sonreirías, como siempre hacías, me acurrucarías debajo de tu abrazo y me tocarías el pelo mientras yo me acostumbro a tu olor y me dejo llevar...
Y te cuento que, más o menos una vez al mes o cada dos semanas todo vuelve a empezar de nuevo... Creo que lo tengo todo bajo control, que aprendí la lección y de repente se desintegra esa seguridad como por arte de magia... Se aleja, se marcha, se va, y yo con ella, alejándome de todo aquel que me quiere ayudar. Porque tengo miedo. Miedo de hacerles daño, miedo de fallar, de no ser lo que se espera de mi... ¿Tu me entiendes verdad? Esa horrible sensación de que tienes que ser la chica perfecta, la amiga perfecta, la hija perfecta, la hermana perfecta, la alumna perfecta, la vecina perfecta... No puedo seguir si todo el mundo espera tanto de mi... Yo lo único que necesito es una sonrisa de vez en cuando, un abrazo. Y eso que llevo años intentando cuidarme sola, pero al final siempre necesito a alguien que me salve de mi misma.

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