5 de octubre de 2011

Yo te prometo el cielo




Que me secuestren las ganas de llorar y me lleven de la mano al fin del mundo mientras por la ventanilla del coche poco a poco amanece... Que se me prohíba hablar del pasado y dudar del presente. Quiero que mis ojos solo tengan hueco para su persona, que mis oídos solo lo escuchen a él, que mis manos solo quieran buscar las suyas. Quiero que los domingos vuelvan a ser el día más romántico de la semana, que solo tenga ganas de dar achuchones... que se acabe eso de pasarme las 24 horas del día pegada a la pantalla esperando ver alguna señal que indique el fin de este ciclo. 
Necesito creer en la probabilidad de un ÉL rotundo en mi cabeza y por que no... en mi corazón. 

Pero para todo esto necesito hacerme fuerte, porque si no abandonaré en mitad de la subida y me perderé la cumbre, la que tantas veces he coronado en sueños... Querido amor... Si llamas a mi puerta insisteme, porque tengo miedo de dejarte entrar... porque tengo miedo de recomponer mis piezas y que de un soplido se puedan volver a derrumbar... 
Solo dame una señal de que puede funcionar, una sola... del resto me encargo yo.




Me temo que quererle será demasiado fácil


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