Saber de antemano que pase lo que pase no va a salir bien, es una puta mierda.
No me da miedo que te vayas. Me da miedo que no vuelvas, que definitivamente cruces la delgada línea que separa el mundo real del no real. Me da miedo que ‘encerrarte’ en ese sitio no vaya a cambiar las cosas, que sigas manteniéndote al margen de la vida, como si estuvieras ya cansada de vivirla. Me da miedo que te venzan las ganas de irte. Y sobretodo, me da miedo tener que seguir sin ti. Levantarme y no verte... aunque egoístamente, a veces he pensado que sería lo mejor, que yo podría seguir y dejarte al margen, seguramente no pueda, y te eche de menos, aunque sea verte en el sofá...
Aún no ha pasado, y deseo con todas mis fuerzas que esta oportunidad que te han dado sirva de algo, pero no puedo evitar pensar que puede que dentro de un par de días tengas que hacer la maleta y yo me tenga que quedar tras una puerta de cristal mientras te llevan de la mano a un lugar que no conoces, a un lugar que no deberías ni conocer.
A veces me pregunto si toda mi vida va a ser así. Me pregunto si todo va a ser malo, si mis momentos de felicidad se van a ver siempre tan de cuando en cuando. Ahora solo puedo imaginar como sería un día en el que te sintieras bien completamente.. sin que te duela el cuerpo, sin que te duela el alma, sin que te duela la cabeza, sin que te duela el corazón... Sinceramente, creo que es una sensación tan absoluta que nadie ha tenido el placer de sentir... Estúpidamente y sin saber por qué esto me consuela.