Hoy es la Gala de fin de curso. Ambiente de los años 50 y bebida y pintauñas del siglo XXI... espero que nadie se de cuenta, no era mi intención ser tan 'increible'.
Mira que es curioso que la persona con menos ánimo en la última semana sea la que tenga que darlo todo con sus pompones en alto, sonreír a la gente, servir ponche sin rechistar, bailar como si fuera su vida en ello... Puede parecer divertido, pero cuando tu mente está a años luz de tu cuerpo, de la Tierra.. te hace de todo menos gracia. Los pasos se te descolocan, las letras dejan de salirte de los labios, la mirada se pierde buscando algo QUE SABE no va a encontrar, los pies se quieren echar a andar solos y llegar lejos y el corazón... El corazón simplemente quiere que le dejen en paz, no está para fiestas, ni para bailes, ni para gracias. No está para nadie. Ni siquiera está para mi... hace ya unos días que no le siento latir, será que por fín se ha decidido a morir.
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