Puede que nadie la escuche nunca, que el formato mp3 de mi razón al reproducirla de error; puede que tú la elimines o puede que la elimine yo.
Sea lo que sea, la maldita cancioncita, no deja de sonarme dentro, en el fondo, incoscientemente. Porque no te tarareo, ya no. Ha pasado como con las canciones que repites mucho hasta que te las aprendes, yo te aprendí, de principio a fin, y ahora no encuentro esa chispa que me hizo fijarme en ti. Eres una canción más, pero una canción que me hace sentir más de la cuenta. Como siempre.
No hay nada peor que acostumbrarse a una persona. Y eso es lo que me ha pasado. Que me acostumbré a los besos, a los abrazos, a las palabras, a las risas de quien ya no estña aquí, de quien me ha borrado de su lista de reproducción.