la muchacha de los ojos tristes
Hoy me preguntaron por él, no hizo falta contestar, he debido decirlo todo con la mirada, porque me ha dado un abrazo y me ha dicho: 'Eres lo más triste y lo más bonito que he visto en muchísimo tiempo'. Sabía que quería llorar, pero me he hechado a reir. He torcido el gesto buscándole una sonrisa a mis labios mientras él me ha buscado un beso. Sellados; así los ha encontrado. Él se ha enfadado y me ha dicho: '¿Qué te pasa?' Y yo le he contestado que tenía muchos recuerdos en esa parte del cuerpo y no quiero que nadie me los manche. Él ha fruncido el ceño y me ha dicho que el otro ya habría borrado todo mi rastro, que todas las noches busca consuelo en labios nuevos y que lo más probable es que ni se acordara de mi cuando escuchara mi nombre.
He permanecido callada, imaginándole conmigo, no con otra. He sentido una mano que me acariciaba el pelo... Era mi acompañante despidiéndose, usando unas palabras que mi mente ha conservado intactas para poder escribirlas aquí. 'Puedo conquistar esos ojos tristes, lo sé... Puedo conquistar esas manos que ahora tiemblan y esa boca que me huye... Pero no podré conquistarte el corazón hasta que lo traigas de vuelta a Madrid, Laura.'
Y después de esto me he quedado llorando en el césped, pensando en como fui capaz de dejar que mi musculito hiciera un viaje sin retorno, en que momento cometí la torpeza de entregarlo... Como pudo ser que me lo dejara olvidado a 400km de casa.. Quizá es que pensaba que podría ir a recogerlo en cualquier momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario