Dices que me has echado de menos. Que a veces entraba en tus sueños y me quedaba en las sombras torturándote, haciendo que mi recuerdo se clavara en tu pecho hasta que te despertabas envuelto en sudor y preguntando por mi.
Conozco bien esa sensación, la de no tener el control de tu mente y que en todo momento saque a relucir aquellas cosas que tú solo quieres enterrar y olvidar para que deje de hacerte daño.
Dices que no soportas imaginarme con otro, besando a otro o riéndome con otro... muy bien, no lo imagines. Deja de pensarme ya. Dejame que pueda seguir por el camino que yo elija sin tener que preguntarme más de una vez si lo que estoy haciendo es correcto.
Deja de decirme que me quieres en tu vida, porque yo ya he decidido que no te quiero en la mia.
Dices muchas cosas, y ninguna de ellas cierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario