2 de septiembre de 2011

Cuando aprendes a valorar las cosas pequeñas que te regala la vida, comprendes lo grande que es todo lo que te rodea. Debería haberlo aprendido mucho antes, antes de entregarme a la locura y a la desesperación, al amor loco, sin razón... Pero eso es lo bonito del asunto... esa sin razón, ese calor que se te sube hasta las mejillas, ese sonreir por nada, sin razón, sin porque..

Estoy preparada.
Ahora se lo que quiero y lo que no.
Y quiero sentir eso. Ese huracán... no voy a conformarme con menos.




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