Ese músculo que algunos solo usan para vivir yo lo utilizo para amar... y sí, también para sobrevivir. Así funciono yo, a golpe de corazón.
Me dejo llevar por su compás y me entrego al baile de sus latidos poseida por una fuerza invisible que no me deja rendirme.
Muchas veces le he gritado en silencio a la almohada jurando que se había acabado el amor, que no creía en él.. que no existía... Pero si yo no creyera en el amor no lloraría por haberlo perdido.


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