Ya no se que hacer para evitar que duela, ya no se como arrancarme estas ganas que me dan de echar para atrás el tiempo, de volver a empezar...
Levantarme en medio mes de diciembre, muerta de frío y de sueño pero con la lucecita roja del móvil parpadeando, relajando mis nervios... Recuperar esa señal y la tranquilidad de saber que estaba conmigo. Lejos, pero aquí.
Maldito corazón, y maldita capacidad de recordar lo bueno del amor... ¿Por qué no paseas por mi mente el momento de mandarlo todo a tomar por culo?, ¿por qué no me recuerdas los días sin comer, las noches sin dormir, los cortes, las lágrimas...?; ¿por qué solo me recuerdas las vueltas a casa cogidos de la mano? Las mañanas que amanecíamos abrazados, los besos cortos, los abrazos robados, las palmaditas en el culo, mientras yo le recordaba que era mio y el insistía en que era suyo...
Quién coño, ahí arriba o ahí abajo, decidió que tenía que durar tan poco, quien escribió el final del cuento sin dejarme disfrutar... No entiendo porque tuvo que irse al ratito de llegar... Si yo estaba dispuesta a regalarle un rato larguísimo de mi vida, tan largo, que no quise ver el final y me estrellé contra él, sin mi traje de superheroína, sin escudo...
Desnuda, y me abrasé el cuerpo de arriba abajo, y rompí hasta los huesos del impacto... Y aquí sigo, tres meses después, recogiendo los pedazos que voy encontrando por el suelo.
a veces NO ME ACUERDO de olvidarte
No hay comentarios:
Publicar un comentario