7 de septiembre de 2011

Salir corriendo

Contar los días para poder irme de casa se me va a hacer demasiado largo, asique tengo que conformarme con esperar ansiosa los fines de semana, los puentes, las vacaciones... Cualquier excusa que me permita salir por esa puerta sin dar explicaciones, volver y meterme en la cama; sin ver a nadie, sin hablar...


Fiestera me llaman muchos, sin saber que lo que busco es una salida; una salida al campo, a la ciudad, a las discotecas... cualquier sitio, pero que no estén ellos... Sobretodo que no estén ellos; porque se me rompe en cuerpo cada vez que tengo que pasar más de tres días los cuatro juntos, intentando aparentar normalidad y consiguiendo solo parecer una puta caricatura de lo que deberíamos ser. 
Por desgracia, el 'dónde' nacer te viene impuesto y es lo único que no puedes cambiar.
Intento de mil maneras amoldarme a esta locura que ha llenado la casa, a este torbellino de no se que que arrasa por donde pasa; pero me desespero, porque no puedo evitarlo.
Además, mi padre me ha dedicado una frase muy alentadora: ''normal que no te quiera nadie''. Gracias, una vez más, por tu tacto y tu buena fé. Pensareis que estábamos discutiendo; pues no. Según le ha venido a la cabeza lo ha soltado. Pero también me estoy acostumbrando a eso....


No es cierto que nadie pueda quererme, cada uno me quiere a su manera, de forma distinta porque nadie es igual... pero que te digan durante todo un año que nadie te quiere, que te dejas utilizar, que vas a acabar sola... Duele. Y lo peor de todo es que te lo empiezas a creer y a pensar que tienen razón, que naciste para estar sola y para curarte las heridas tú sola.


Pues que así sea. Aprovecharé el apoyo que me encuentre por el camino y devolveré lo que reciba multiplicado por diez, si es que soy capaz de sentir algo... porque la verdad es que me lo están poniendo muy dificil.


No hay comentarios:

Publicar un comentario