30 de diciembre de 2012

Día 1.

No estábamos juntas a todas horas, y no nos veíamos todos los días, pero sabía que estabas a diez minutos de mi puerta. Ahora, que nos separa un océano, todo un cielo, muchos kilómetros... me siento vacía. Como si me hubieran arrancado un pedacito de vida. De repente tengo miedo de olvidar tu risa, la forma que tenías de animarme, nuestra química... pero en en seguida se me pasa. ¡Somos nosotras! Y no nos van a separar ni aunque te vayas a diez mil planetas de mi.

Rota '11



29 de diciembre de 2012

Segundo Diciembre sin ti.

Quisiera desprenderme de todas las mañanas de ibuprofeno que te dediqué, de todas las noches que no dormí por andar pensando en ti, de todas las copas que me bebí de más para no echarte de menos. Quisiera  recuperar el mar de lágrimas que te lloré y desprenderme del mal recuerdo que dejaste en mi boca, en mi pecho y en mi alma.
Creo que por fín se terminó el escribirte. He cerrado nuestra puerta. Nos he superado... Yo hace 11 meses me prometí no volver a pasar un Diciembre sin ti, pero hay promesas hechas para romperse; y esta es una de ellas. Segundo Diciembre sin ti. Y los que quedan.Y no duele. Solo pica. Y ni lo noto. Atrás queda el dolor, la rabia, ese descorazonamiento tan romántico... Atrás quedas tú, mi amor no correspondido. Aquí te quedas. Encerrado en todas las líneas que escribí pensando en ti.




19 de diciembre de 2012

Ahora todo el mundo tiene ganas 'de ti'. Con lo irrepetible que sonaba cuando se escapaba de tus labios...




Destrozada pero guapa.

Nunca volvería a suplicarte que subiéramos a la cima más alta para abrazarnos y besarnos dejando el mundo a nuestros pies porque volveríamos a caernos, y ya ves lo que ha pasado, que no hemos sobrevivido a tantos metros de caída libre. La próxima vez, tal vez en otra vida, me conformaré con subirme en tu coche y vivir a base de acelerones.
Nunca volvería a pedirte que me llevaras al fin del mundo... ¿para qué? si seguro que a mitad de camino nos quedaríamos sin gasolina y tú te enfadarías y me dirías que nunca más encucharías ninguno de mis caprichos. Entonces yo echaría a andar y te diría que para llegar a alguna parte hay que andar bastante. Y me dejarías andando sola y yo nunca encontraría el fin del mundo, pero si en fin del mio.


Nunca volvería a amarte, nunca volvería a darte la oportunidad de destruirme, de reirte de mi... no. Es demasiado tarde y no preguntes que le pasó a esta piedra que me cuelga en el pecho porque tu bien sabes que un corazón no se endurece porque sí. 
Nunca volvería a engancharme a ti, que como droga eres de las más duras y me está costando sudor y lágrimas pasar todo un día sin un tirito de nuestra historia. Que me falta mesa para hacerme rayas con sabor a ti. Duelen los tiritones de las noches en las que no te puedo probar ni salir a buscar. Noches en las que solo un chute podría hacer que durmiera por fin. 


Nunca más intentaré volar hasta esos tres metros sobre el cielo de los que habla ese libro.Una vez volé muy alto, abrazada a ti, porque tú eras mi otra mitad, tu me prestaste tu ala para poder volar. Y me caí. Y abajo no hubo nadie que se acordara de mi.
Nunca volveré a creer en los cuentos de hadas, ni en las películas de damas y caballeros, pues la vida real me ha enseñado que de capullos está hecho el mundo y que las princesas hace tiempo que se extinguieron. Decidiste acabar nuestro cuento, cogiste la pluma y no te tembló el pulso... 



Y mira que yo ahora me alegro de haber aprendido a estar sola, de caminar sin bastón y de acostarme a un lado de una cama vacía y fría.


18 de diciembre de 2012

Introspección

Hablas del desamor con una intensidad... Que por un momento creo posible la imágen de tu corazón saltando por los aires, esparciéndose en forma de virutas por todo tu pecho. Luego me imagino tu mano temblorosa intentando recoger los pedazos, tu mano gotea sangre y tus ojos lloran pero paras. Juntas los trozos y queda algo deshecho, abstracto. Se que es increíble pero me imagino a tu corazón agonizando, suplicando una muerte digna, suplicando que deje de dolerle la poca vida que aún respira... Y entonces te miro. Y de la manga te sacas una sonrisa que me hiela la sangre, porque soy consciente de que tu interior es oscuro... Ahora entiendo porque cuando te miro a los ojos no te encuentro... Porque estás muy lejos... Sopesando la idea de cortarle al corazón las venas, de ahogarle con la almohada. Dices que tu corazón no te sirve para nada, que late solo porque tu respiras y respiras porque no tienes ni fuerzas para soportar no hacerlo. Tu mirada habla con tanta intensidad del desamor... Que ahora puedo jurar que una persona se puede morir de amor. Se puede condenar.

Se supone que el amor es precioso, pero lo cierto es que es el arma más atroz que existe. El amor duele. El dolor da vida. Pero el vacío cuando EL te falta no es comparable a ningún dolor, es una nada tan terroríficamente nítida... Que a veces creo ver en tus ojos que no quieres la vida Laura. Que lo único que quieres es seguir sintiendo esa nada, esa sin pena; esa sin gloria. Ese desamor.

12 de diciembre de 2012

Era como una droga para él, excitante y dulce, y, como tal, su ausencia lo dejaba vacío y anhelante.


Tentadora y exquisita,
siempre inalcanzable.

11 de diciembre de 2012

A ver como te explico que me quiero enamorar de otro... A ver como le digo a mi alma que lo nuestro se acabó, que el tiempo está barriendo hasta la última mota del polvo que dejó tu nombre. A ver como me explico que el miedo quiere quedarse atrás, a ver como me explico que no es malo volver a empezar...

10 de diciembre de 2012

Ama. Perdona. Cicatriza. Olvida.

La primera vez que te rompen el corazón piensas que es la más dolorosa de todas... Pero no es así. Las que vienen detrás son más duras porque siempre nos solemos decir ese 'nunca más' y sin saber cómo ni por qué te encuentras otra vez con el corazón en un puño, sangrante, asustado como un niño al que bañan por primera vez. Y te pide tregua, te dice que ya está bien, que no puede soportar una puñalada más... Es entonces cuando se te ocurre volverlo piedra, sin saber que cuando una piedra se rompe lo hace en mil pedazos. Una puñalada cicatriza y puedes seguir viviendo, es una marca que está ahí pero no duele. Y una piedra... Bueno, una piedra está muerta incluso antes de romperse.

El blanco de los vestidos de novia.

Casi puedo afirmar que ver vestidos de novia nos vuelve vulnerables. Esos corpiños brillantes, esas faldas de fantasía, esas colas interminables... Y ese color blanco que parece querer gritarle al mundo que la inocencia existe al menos un día en la vida de toda mujer.  Ja... Inocencia... La inocencia se pierde dos veces en la vida; la primera vez te rompen el himen y la segunda te rompen el corazón... Y esta perdida es la más dolorosa puesto que tarda años en dejar de doler y encima nunca se olvida.
Supongo y espero que al ponerte un traje de novia algo en el Universo se active e impida que el pasado sea el protagonista. Espero que en mi cabeza solo aparezca la persona que va esperarme en altar, y en casa, para el resto de mis días, y no aquellos capullos que llevaron a mi corazón a un callejón oscuro para darle una paliza.

9 de diciembre de 2012

Escribiendole al desamor.

Si hay algo que une a las personas es el dolor. Es la perdida. La sensación de que quien llora te entiende. Y no es verdad. Nunca se crearán dos sentimientos iguales, nadie llorará como tu aunque las lágrimas parezcan gemelas. Dicen que el dolor de un corazón mutilado es idéntico en todas las personas los primeros cinco minutos, como los recién nacidos, pero con el paso de las semanas ese dolor va haciendose único y te separa de la gente... Porque sientes que nadie te entiende, porque te duele cada uno de los pedazos en los que estalló tu 'para siempre' y no eres capaz de describir el escozor que notas en el alma, el vacío que te llena el pecho cuando el eco te devuelve el cruel adiós que tus oídos intentaron no escuchar.
A todos nos han roto el corazón alguna vez... El truco es perdonar, cicatrizar y dejar que un nuevo amor retire las vendas. No te quedes lamentándote, porque así solo pasará una cosa: el tiempo; y tu corazón puede volver a sanar, pero el reloj no corre hacia atrás.

4 de diciembre de 2012

''Super-enamorada'' es la palabra.










Y este no poder me mata.

Todavía hay días que me parecen interminables, todavía lloro pensando en él. TODAVÍA siento cosas cuando mentalmente se me escapa su nombre. Que todavía me quede tanto amor en el pecho me parece la crueldad más cruel que el destino pudiera prepararme. No escarmiento de verle feliz con otra de la mano, no soy capaz de sentir ni siquiera un poquito de odio. Joder, me gustaría extirparme el maldito corazón, las malditas entrañas, las ganas de tenerle en frente. Me gustaría sentir nada. Estar en paz. Dejar de acostarme con la sensación de vacío absoluto con la que me acuesto todas las noches...
Quisiera poder olvidarme de ti todos los putos días de mi vida.
Quisiera poder ser capaz de sentir por alguien más, por alguien que no seas tú.
Quisiera poder avanzar, dejarte atrás.
Quisiera poder pensar en la decepción tan absoluta que inundó mi vida cuando fuiste capaz de olvidarte tan rápido de todo lo que me pasaba.
Y... quisiera poder herirte, solo una décima parte de lo herida que me dejaste tú.


Cuenta la leyenda, que al menos una vez en la vida, cada uno de nosotros logra ser feliz. El problema es que esa felicidad no dura para siempre y que para apreciarla detrás deben venir tormentas.


2 de diciembre de 2012

27 de noviembre de 2012

La fuerza de la Vida.

Hasta cuando nos marchamos lejos por cobardía o por despecho, por un amor inconsolable... Cuando el tiempo en casa pasa sin vivirlo y lloras porque no sabes por qué. Una fuerza enorme está en nosotros mismos, la sencillez de lo sencillo, aqui las luchas son inútiles. Es más fuerte que una muerte incomprensible, es vencer esa nostalgia que no se va de ti.



Tienes que poner los dedos en tu herida y entonces sentirás la fuerza de la Vida, que te conducirá, lo sé, a la salida que hoy no ves.

16 de noviembre de 2012

14 de noviembre de 2012

Al lugar donde has sido feliz no deberías tratar de volver.
 
 


Cuando de un 'nosotros' ya no quedan ni mis ganas.

¿Cuántas personas están ya escritas en nuestro destino?. ¿Cuántas personas de esas van a ser capaces de ponerte el mundo boca abajo y hacer que siga girando?. Yo digo que pocas. Tengo el placer de haber sentido ese desorden ordenado, esa locura, esa felicidad, ese cambio a mejor, esa perfección...
Y de todo eso aprendí que no se puede querer tan fuerte, no se puede quemar tanta vida del tirón porque luego los días normales te parecen poco, se te hacen largos o se te hacen cortos pero los sientes inútiles. Pierdes el sentido por todo, nada te llama la atención y cada detalle insignificante que te encuentras a lo largo de la semana puede hacerte recordar aquel incendio de amor con la fuerza de cien mil cañones.
No es práctico que las relaciones que se acaban no puedan cerrarse en cajas, guardando ahí tanto el amor como el dolor. Guardar los recuerdos para que no les busques por la noche, para no atraer el insomnio a los pies de la cama. Guardar los días felices para no compararlos con tus días de mierda... Borrón y cuenta nueva. Amnesia. Que se te olviden los lugares que mirásteis a la vez, las fechas, las películas que visteis juntos, las canciones que os dedicásteis. Los viajes, las noches compartiendo almohada, las confidencias, los te quieros que nunca escucharon respuesta. Guardarlo todo para que no estorbe. Borrarlo todo para que no duela, para que no importe.




13 de noviembre de 2012

all you need is love.



Dejaré crecer tanto la hierba que no volverás a tumbarte en ella.

Juró que nunca más dejaría que nadie la tomara en brazos, o la tocara la nariz o la hiciera cosquillas en los pies. Juró que nadie volvería a olerle el cabello mientras la abrazaba por detrás, que nadie más la besaría para hacerla callar. Ella juró que nunca volvería a ser feliz. Decidió arrugarse dentro de esas cuatro paredes, prefirió que el corazón le agonizara lentamente en soledad antes que permitir que lo rompieran en pedazos de nuevo.
Empezó a morir cuando decidió no concederle otra oportunidad al amor. Y ahí sigue, escuchando canciones de desamor, amargandose la vida con limones y chupitos de gasolina, quemándo la esperanza, desangrando la ilusión...

7 de noviembre de 2012

No puedes tener un mañana mejor si estás pensando en el día de ayer todo el tiempo.


Distancia de frenado.

Son las cuatro de la tarde. Estoy haciendo test para el carnet de conducir y me ha venido a la cabeza una mañana. Sí, me imagino que podréis imaginar quién es el protagonista...

La historia de la distancia de frenado:
Yo estaba sentada en su cama, y él trasteaba en el ordenador buscando test. Yo me leía por tercera vez la misma página del libro amarillo porque no podía dejar de mirarle y sonreirle. Empezó a hacerme preguntas. Yo no tenía ni idea y fallaba, pero él tampoco es que las acertara todas. Llegamos a la pregunta seis y decía algo así como que si la distancia de frenado aumentaba o disminuía si el turismo iba cargado... No lo entendí. Me cogió de la mano, tenía ya esa cara de 'nerviosismo' que se le ponía cuando intentaba explicarme algo que para él era sencillo y que yo no pillaba ni por accidente... En el pasillo, me dio un empujón para que 'corriera' y debía pararme cuando él dijera YA. Y eso hice. Luego, montándole a caballito hicimos lo mismo.  Y me dijo: ¿Lo has visto?. Y volvió a explicármelo.

Son estas 'tonterías' las que me sacan una sonrisa de vez en cuando. Hay que quedarse con lo bueno, siempre, porque si no nunca más encontrareis el valor de sonreír.


Mi Romeo, mi Don Juan, mi amante de Teruel, mi Marco Antonio...

Hay una canción de Love Of Lesbian que dice: ''Yo mataré monstruos por ti, solo tienes que avisar''. Me recuerda tanto a mi yo de cuando estaba con él... Yo hubiera matado monstruos, gigantes, recuerdos, yo hubiera matado a cualquiera que intentase hacerle daño. Yo hubiera matado al tiempo simplemente para que parase de correr, para dormirme en su ombligo una semana sin que nadie lo notara.


Y mientras tanto, yo siempre fui su 'Nada'

¿Que si él mató monstruos por mi?


No.

6 de noviembre de 2012

Lo Imposible

Cuando todo está perdido, aquello por lo que luchamos define quienes somos.


Nuestros finales.

Nunca supe cual iba a ser nuestra última foto o nuestro último beso o nuestro último paseo. Nunca lo sabremos y quizá es por eso que 'nuestras últimas veces' nos saben tan amargas. Es inmenso el vacío que se siente cuando revives esa última vez, te quema la garganta como una copa de tequila del malo y la magia se disipa y solo queda la melancolía, que te enfría el alma y te convierte en cartón piedra. En una persona más.
A veces pienso que los finales serían más fáciles si lo supiéramos de antemano. Como cuando te cuentan una película, o el argumento de un libro... el sock no es tan tremendo. Ni tan duro. Y el duelo no dura tanto. Claro, que, por ejemplo, si yo hubiese sabido dónde estaba nuestro final habría hecho desaparecer todos los calendarios de este mundo para que ese día nunca llegara. Habría retrocedido cada domingo al anterior domingo para alargar nuestras semanas, nuestros meses, nuestros años... Se que suena a locura y que soy solo yo la que hubiera pedido más horas contigo, pero cuando conoces el amor tan de cerca luego es imposible volverlo a encontrar en otra piel.
Encontraré reemplazo, porque el ser humano es así, necesita llenar los huecos que se van quedando vacíos; pero yo se que siempre le voy a dejar espacio a tu nombre, por lo que hemos sido y por lo que he aprendido.


30 de octubre de 2012

El que acepta un halago comienza a ser dominado, el hombre le hace caricias al caballo para montarlo.


26 de octubre de 2012

Dile a ese gilipollas que no te vuelva a robar ni una sonrisa más.

Alguien decidió que fuera él quien me rompiera los esquemas, quien cambiara mi forma de ver la vida y de vivirla, quien me demostrara que las cosas pequeñas valían la pena y eran capaces de decir muchas cosas. Quien abrió mi parte tierna, mi parte boba, mi parte ingenua, mi parte detallista, la parte más desconocida de mi. Alguien decidió que fuera él. Pero la culpa es mía  si después de todo me vuelvo a poner un candado en el alma y me siento a esperarle para que lo vuelva a abrir.


25 de octubre de 2012

Querido tú:
Hoy eché de menos el hablar contigo. Reírme e imaginar que te daría un buen puñetazo en el hombro si estuviéramos juntos. Supongo que el roce hace el cariño, y nos estamos rozando peligrosamente.


24 de octubre de 2012

No matter

if you are coming with me
or I'm coming with you.


De colores.

El negro estiliza, sí, pero creo que me hace el ánimo demasiado delgado. Creo que es un color demasiado oscuro hasta para el invierno, triste, tupido, demasiado impenetrable. Abusamos demasiado de este color. Intentamos ocultar el máximo de nosotros mismos para que nada ni nadie nos dañe y no nos damos cuenta que colocándonos detrás de esa barrera nos perdemos los colores que la vida a veces trae.
Rojo. Amor, pasión, desenfreno. Deseo. Ganas de amar, de amar en una cama o sobre una mesa desordenada con papeles y bolígrafos. Fantasías. Mordiscos. Labios que buscan un cuello en mitad de la noche y despiertan besándote un hombro.
Verde. Esperanza. Campo. Libertad. Correr tras tus sueños sin reparar en el cansancio, sin hacer caso a los pies descalzos. Creer una y otra vez en lo imposible. Mantener viva la llama, las ganas de vivir. Enfrentarse al miedo. Reír. 
Azul. Nubes. 'Estar en las nubes'. Flotar como si tirasen de ti millones de globos. Felicidad. Serenidad. Querer todo lo que tienes... Para siempre. Suena raro, pero para mi los para siempres me parecen muy azules, y deben serlo. Tienen que ser sinceros y perdurar en el tiempo día tras día. Como el cielo (azul) que siempre llega después de la noche oscura.
Rosa. Como mi mundo. Es un color que disimula la tristeza bastante bien. Es un color que te hace princesa aunque se te caiga la corona cada vez que tu príncipe azul vuelve a ser sapo. Te hace creer que las historias bonitas pueden tener un final feliz.


A ESTE MES DE OC__BRE LE FALTA ALGO.


No supe quererte a medias.

Yo no se querer un poco. O te quiero o no te quiero. Simple. Doloroso. Porque soy de las que no preguntan -Oye, perdona, ¿te puedo querer?-. No, yo primero quiero y luego me pregunto si llegué en el momento adecuado, si él me querrá a mi, si soy lo que buscaba...
No me gustan las medias tintas. Si lo puedo dar todo por ti... ¿Por qué conformarme con darte media sonrisa?, ¿para qué darte unas horas de mi tiempo si puedo darte toda mi vida?. Así funciono, y es algo que tengo que cambiar. Por fín he aprendido la lección. Por fin comprendo que no puedes dar todo por una sola persona porque cuando esta se vaya tú te habrás quedado sin nada. Y no se trata de egoísmo, se trata de aprender a querer mientras a la vez te quieres tú. Es un fifty-fifity. No hablo de querer a medio gas, hablo de querer de forma sana. De quererte a ti. De quererle a él. De querer un nosotros, pero de amar un YO. Un YO sin un TU.
Se puede ser feliz estando solo; el problema llega cuando te das cuenta de que la felicidad no existe si no la compartes. Y ahí vuelve a empezar todo.


23 de octubre de 2012

EL MUNDO NECESITA GENTE QUE AME LO QUE HACE.


La vida pasa y tu igual.

Ya nada te importa, ya nada es igual, llevo más de cinco meses sin poder ni hablar, porque aunque no llames yo si quiero verte, no he podido aún sacarte de mi mente... Aún no quería perderte. Mientras me castigo con la soledad que juega hoy a vestirse de felicidad. Y aunque a tus amigos no les digas nada, tú también lo sabes, se ve en tu mirada aunque sigas callado. Haré lo necesario para olvidarte, aunque me toque cambiar y no ser nunca más lo que fui, pero no importa, de todas formas no volverá. Mira... haré lo necesario para no pensarte, la vida pasa y tú igual, y aunque voy a llorar poco a poco entenderé que nunca volverás.
Pido llorando al cielo un poco de razón, pido que vuelvas con mi corazón (¡que ya está bien!) y entiende si te ofendo que no es mi intención... Joder, si es que lo que duele no es que te hayas ido, más que no tenerte me duele tu olvido, porque... que sepas que te quiero.Es lo único que pido. Y ya no se que pido. Que estúpido. Y a pesar de estos meses sin hablar y sin mirarte yo te quiero, y no para volver, te quiero porque parte tuya me ha enseñado que es amar y que es crecer. Ya no siento más y con la mano en el corazón se que hoy te vas, y a ostias entenderé que nunca volverás.


Que llegara como llegó.

Cuestan tanto las mañanas cuando no te tengo... Se me hacen tan largas las noches si ya no te veo... Es tan complicada la vida vivirla si no es con tus besos, todo se alborota en mi mente y mi mundo se vuelve pequeño. Tú me hiciste revisar aquello en lo que creo, tu sacaste lo malo y metiste lo bueno, llegaste y plantaste mil flores en mi desierto, y tus besos llenando mi cuerpo de un amor en el que nunca creí.
Tu eras la luz que iluminaba el fondo del camino, te pierdo y no encuentro salida de este pozo sin fondo, me ahogo si tu no me salvas... No consigo recordar mi vida sin ti a mi lado, si es que no quiero olvidar lo que hemos pasado, quiero que nunca se enfríe este amor que me quema los dedos, que me hace ante ti vulnerable, y todo deja de ser importante.
Solo importaba mi cama y nosotros queriéndonos dentro, me dormía mirando tu cara y tocando tu pelo, pensando que a veces la vida supera a los sueños, y cierro los ojos, lo intento, pero ya no lo creo.


22 de octubre de 2012

Solo hablamos de noche. Y a escondidas.

Me imagino que no sabe que todas las noches me duermo en su ombligo. Cierro los ojos y siento su piel debajo de mi mejilla, y su mano me acaricia el rostro, y me seca las lágrimas que brotan de purisima felicidad. Respiro su olor. Y escucho su risa. Me intenta dormir hablándome al oído bajito. Me cuenta como le ha ido en el trabajo, la de veces que ha tenido que morderse la lengua, los atascos interminables que se ha comido y la bronca del jefe porque ha llegado tarde. Su mano se desliza con cuidado por mi garganta y se me eriza la piel. La boca de repente se seca y él me besa reviviendome, como si del agua de una fuente se tratase. Le quiero. Y le quiero tanto que me conformo con soñar con él mientras él duerme con otra.
Y así pasan las noches, una detrás de otra. Enganchandome a sus caricias de buenas noches y sobreviviendo a la decepción de despertarme sin su aroma en la almohada ni en mi pelo. Siempre desaparece con la luz del sol... y vuelve a la luz de la luna. Mientras tanto sigo sola. Y sola seguiré, porque no hay nada que me llene tanto como el fantasma de la persona que tanto lloré (y amé). Es triste hasta el infinito y más allá ida y vuelta, pero cuando encuentres a la persona que te rompa los esquemas y sueñes todas las noches que quieres pasar el resto de tu vida junto a ella y no puedas tenerla... te beberás el viento y morderás el agua solo por poder acordarte de ella.




Si deseas olvidar algo inmediatamente, escríbelo en una nota, como si fuera algo que tienes que recordar.

La gente me pregunta que por qué escribo tan triste... Y yo les respondo que así las cosas duelen menos. Escribir tus miedos, tu dolor y compartirlos con el resto del mundo hace que esa carga no sea tan pesada y cueste menos sonreír. Cuando las cosas no se cuentan no se pierde su esencia, se conservan intactas, pero hay momentos que no es bueno conservar. Por eso este rincón guarda tanto dolor, porque hablo de las cosas de las que me quiero desprender. E aquí mi vía de escape, mi arco iris después de la lluvia, mi terapia, mi trozo de madera del Titanic en medio del agua helada, mi trocito de cielo... Aquí soy yo misma, aquí no hay coraza, no hay vergüenza  solo libertad; la libertad de plasmar lo que me hace llorar o dudar. Lo que me hace temer y lo que me hace temblar. No se si la gente que pasa por aquí se sentirá identificada con alguna entrada, no se si sentirán la rabia que a veces quiero transmitir, o la soledad infinita que se siente al verse sola rodeada de mucha gente. El vacío que dejan las personas cuando se van sin avisar y sin echar la vista atrás. No se si alguien habrá vivido como yo las interminables tardes de domingo, con la música estallando en tus oídos, alta, muy alta, y sin embargo incapaz de silenciar a tu cabeza, a tus delirios.
Me paso por aquí siempre que él me escuece de repente, para aliviar un poco ese 'le echo tanto de menos que voy a quedarme en nada como no le eche de más'. Y no encuentro consuelo en las personas, ya que lo único que saben decir es que olvide. Como si fuera tan fácil como ponerse a dieta, o como cambiarse la camiseta.


QUE YA NUNCA LE VOLVERÁS A QUERER COMO AQUEL DIA.


21 de octubre de 2012

'Ya no te quiero querer'


Justo cuando me planté delante de él para decirle que ya no le quería, que no le odiaba, que no sentía nada cuando escuchaba su nombre, que ya no lloraba y que ya no le hablaba a mi almohada de él... Desperté. Desperté en mi cama, con el corazón agitado y me di de cabezazos contra la pared. Si lo puedo soñar lo puedo hacer, pero ya no se como lograrlo, ya no se hacia donde mirar para no mirarle, ya no se que música escuchar para que no suene a él. Me muerdo la lengua para que no se me escape su nombre, para no regalarle suspiros, y me está sangrando esa herida. Y muchas otras. 
Pero que más da. Llueve. Hace frío. Y todo me da igual... El problema es que TÚ no me resbalas, joder. Ese es el problema. Y no hay solución, no es una suma, es una resta que se multiplica por dos. No hay fin.

11 de octubre de 2012

Es hora de decir adiós.

De darle la vuelta a las cosas.



Revenge


La venganza consiste primordialmente en el desquite contra una persona o grupo en respuesta a una mala acción percibida. Aunque muchos aspectos de la venganza se asemejan al concepto de justicia, la venganza en general persigue un objetivo más injurioso que reparador. El deseo de venganza consiste en forzar a quien haya hecho algo malo en sufrir el mismo dolor que él infligió, o asegurarse de que esta persona o grupo no volverá a cometer dichos daños otra vez. La venganza es un acto que, en la mayoría de los casos, causa placer a quien la efectúa, debido al sentimiento de rencor que ocasiona el antecedente factor.

9 de octubre de 2012

NPB



Se acabó.

Empiezo a odiar los pedazos que han quedado de mi misma. Empiezo a odiar la sombra en la que me he convertido... Empiezo a odiar su nombre, su cara, su sonrisa, el sonido de su risa. Me empiezan a quemar las lágrimas en la cara. A veces tengo la sensación de que se me van a saltar los dientes de apretar con tanta rabia, por no gritar, por no maldecir su persona, por callar, por mirar hacia otro lado, por intentar pasar página sin leer la historia. ¡Somos historia, somos ayer!.
Ya estoy harta de echar de menos. De desgarrarme el pecho día y noche, de saltarme su inicial en la guía telefónica, de taparme las costillas izquierdas para ocultarme esa inicial. Mi autodestrucción. Estoy harta de bucear en el pasado, quizá fue mala idea no hacerlo en alcohol... pero si yo tengo que 'curarme de él' a base de cubatas, estoy segura de que antes de sanar moriría de un puto coma etílico. ¡Ni todas las botellas de ginebra del mundo pueden lavarme la herida que llevo por dentro!. Que ya han pasado cinco meses y aún no he dejado que nadie me cosa a besos... Todo me duele a veces. Todo. Hasta lo bueno me está haciendo una úlcera en una esquina del corazón. Y por cierto, el muy cabrón sigue latiendo. ¿Es que no se ha dado cuenta de que no me quedan ganas de escucharle latir... sin ti?.
Me siento Gilipollas, como nombre propio, cuando se me escapa una frase directamente para él. No se con que derecho mi mente, el destino, o la vida se permiten el lujo de dejarme pensar en él ni siquiera por un segundo. ¡Que duele!... mucho. Muy dentro. Es como una canción sonando en un disco rayado. Y no lo puedo parar. Y quiero que se acabe esta puta canción. QUIERO QUE ACABE TU TIEMPO EN MI CORAZÓN, JODER. Otra vez usando la segunda persona del singular. Laura, ¡que no existe!.
Silencio.
Pum-pum
pum-pum
pum-pum
pum-pum
De pronto un recuerdo y todo se acelera. Va tan rápido que puedo sentir como se contrae, me duele hasta la piel, como si una mano me atravesara el pecho y hurgara por dentro. Y lo tocase todo.
Se acabó. Se acabó este sin vivir. Voy a darle una oportunidad a la vida, voy a sonreírla y a esperar que me sonría. Pero a él ya no le espero. Ya no. Y espero con esto haber aprendido la lección. ''No esperes demasiado ni quieras mucho, porque ese mucho termina doliendo demasiado.''



4 de octubre de 2012

No dije para siempre pero, ¿quién dijo hasta nunca?




No puede entrar nadie si él no ha salido. No hay sitio. Y por aquí todo sigue revuelto con sus cosas. Estoy llena de sus movidas, de sus canciones preferidas, de sus risas, de cenas, de cañas, de prisas. De partidos perdidos, de noches ganadas, de sesiones de cine, de tardes de piques. Llena de mañanas de estudio, de viajes en coche... De piezas de puzzle, de fotos robadas, de noches de ron, de bailes pegados, de días solos. Esto está lleno de rosas con espinas, de alambres, de incendios. Quiero que se vaya y quiero retenerlo...



*Ya he llamado a la empresa de mudanzas, pero no me atrevo a abrirles la puerta.*

30 de septiembre de 2012

No se puede vivir de recuerdos.

Puedo vivir sin él, pero no todo poder es querer. Porque no quiero. Aunque en el fondo me muero por querer poder vivir sin él. ¿Lo entiendes?. Me esfuerzo por superar (que no es lo mismo que olvidar, porque olvidar por arte de magia es un mito más que desmontado). He dejado de mirar fotos, de bajar al trastero a mirar sus notas, de bajar al trastero a mirar sus notas, he dejado de pincharme con su rosa y he dejado de mirar esa panorámica que me daba los buenos días y las buenas noches. He borrado su teléfono de mi lista de marcación rápida, las fotos que alguna vez usé de fondo de pantalla, los mensajes de llamadas perdidas, los mensajes en el buzón de voz...
El famoso 'Buenos días princesa' ya no me emociona, y el 'Tengo ganas de ti' ya no me lo creo.


29 de septiembre de 2012

Si no te ríes dos veces con el mismo chiste, ¿por qué lloras dos veces por el mismo amor?.



27 de septiembre de 2012

Por fuera sonriendo. Por dentro en ruinas, como Roma.




No duermo durante días porque espero su 'Buenas noches', y la gente me mira con pena y dice: -Estás bien pillada, eh?. Y yo les contesto que estoy bien jodida. Que todo lo bonito que tiene el amor lo tiene de horrible el olvido, que todo lo corto que es el 'nosotros' es todo lo largo que es el 'sin ti'. Que a veces me preguntan por 'TI' y se me escapa un '¿ NOSOTROS?'. Que estoy tan desesperada que hasta escribo mi nombre separado, Lau  ra, para sentir su vacío, para recordarme, para egañarme, para hacerme creer que nada en esta puta vida pega si no es 'CONTIGO'.
Que YO no tiene sentido sin antes no va un TU. Que la salsa rosa no me pega con las gambas, que el algodón de azúcar no me pega con la feria, que el blanco no le va al negro, que el yin y el yang es basura, que solo me pega su recuerdo. En la cara, en los brazos, en todos lados...


13 de septiembre de 2012

Todas las veces que he tenido ganas de ti...

...no son normales. Que no existe número que lo abarque. Que el infinito se me quedó corto allá por febrero., cuando me dio aquella rosa y me pidió que cerrara los ojos. Y que pidiera un deseo... Debería haberlo pedido más fuerte. Debería haberlo gritado para que me escucharan las estrellas, o la vida inteligente, que dicen, hay en otros planetas. Debería haberlo deseado con eco, para que se repitiera en la puta eternidad.............

Lo cierto es que él y yo nunca hemos sido de para siempres, y yo al cerrar los ojos deseé que me besara. Simplemente, sin pensar en más allá. Y me besó. Pero al sentir su contacto seguí soñando. Y deseando. Hice trampas, ¿vale? Y quizá por eso lo segundo no se cumplió. Yo que se, no sabía que veníamos al mundo con los deseos contados y que no te conceden ni uno más de los que te tocan. Vaya mierda, porque creo que los míos se agotaron para siempre el día que deseé en ese partido que sacaran los de AZUL.

















9 de septiembre de 2012

Me molesta que haya parejas sentadas en el que era nuestro parque.

Pasé junto a su recuerdo de puntillas, para no despertarle, para que no me arañara una vez más. Recuerdo las otras veces que me atacó sin compasión, y todo el alcohol que tuve que tragarme para limpiar las heridas, y todas las resacas a las que tuve que ponerle vendas. Recuerdo los chillidos de dolor cuando el efecto de las pastillas se iba y palpitaban las heridas, me recuerdo tirada en cualquier banco, colgada de una amiga, lamiendo las cicatrices que se abrían por momentos en mi piel. Recuerdo haber despertado su recuerdo de fiesta, por culpa de la música alta, y la ostia que me dió la realidad cuando me vi bailando sola y no pegada a su cintura, como de costumbre. Recuerdo las noches de verano que acababan bruscamente porque alguien pronunciaba su nombre, recuerdo el ritmo acelerado de mi corazón, el encogimiento de mi estómago, la debilidad de mis piernas, la tristeza de mi voz. Y recuerdo esa mañana, cuando volvía a casa y vi calle Valladolid. Me estalló el alma por dentro, y los pedazos se escaparon por mis ojos delante de aquel desconocido que no entendía que llorara mientras intentaba comerme a besos. -¿Te encuentras bien?- Me dijo. Y yo solo pude responderle muy bajito. -Llevame a casa. No puedo estar aqui y no quiero estar contigo. Ni una explicación mas.



7 de septiembre de 2012

Estoy empeñada en darme de ostias con mis sentimientos.



Hoy no se me ha ocurrido nada mejor que amanecer pensando en nuestro primer beso. En esa noche. En mi portal. Su mirada fija. Sus manos en mis mejillas. Sus labios.
Lo recuerdo todo. Su jersey azul. Mi blusa gris. Su pelo despeinado. Mi trenza. Sus vaqueros. Mis pantalones negros. Sus miedos. Mis dudas.
No me gusta decir que 'lo recuerdo como si fuera ayer', porque en realidad fue hace mucho tiempo. Casi un año. Y en este tiempo me ha dado muchos besos, pero el primero... El primero no lo quiero olvidar.





Os juro que empecé a creer en los cuentos de hadas, en los príncipes azules... Él iba de azul. Era dificil no confundirles. Escribí un cuento solo para él, con dos finales, uno tradicional (el triste THE END) y uno alternativo, uno en el que seguiamos juntos. 
Son las seis de la mañana y no puedo dormir. Es fácil adivinar que final escogió, que tarjeta cierra su cuento.